Los productos deshidratados son alimentos que han sido sometidos a un proceso de secado para eliminar su contenido de agua, lo que ayuda a conservar sus propiedades nutricionales, sabor y textura durante un período mucho más largo.

Los productos deshidratados tienen una vida útil mucho más larga, son fáciles de almacenar y transportar, y conservan su sabor y propiedades nutricionales. Además, al no requerir refrigeración, son ideales para el manejo en grandes volúmenes y para la producción a escala.

Los productos deshidratados se pueden rehidratar fácilmente agregando agua o usarse directamente en platos como sopas, guisos, salsas, ensaladas, y productos horneados. Son ideales para la elaboración de productos procesados como sopas instantáneas, caldos, y aderezos.

Sí, los productos deshidratados conservan la mayoría de sus nutrientes esenciales, como vitaminas, minerales y antioxidantes. Aunque el proceso de deshidratación puede afectar ligeramente el contenido de agua, el sabor y los nutrientes se mantienen concentrados.

En Vegenat, nuestros productos deshidratados son 100% naturales, sin aditivos ni conservantes añadidos, garantizando la pureza y la calidad superior de nuestros ingredientes.

Los productos deshidratados deben almacenarse en un lugar fresco, seco y oscuro, en envases herméticos para evitar la humedad y preservar su frescura y sabor. Bajo estas condiciones, pueden mantenerse en buen estado durante varios meses o incluso años.

¡Sí! Las frutas y verduras deshidratadas e incluso los polvos elaborados a partir de ellas se pueden incorporar a los productos horneados para mejorar el sabor y el valor nutricional. Por ejemplo, las rodajas de manzana deshidratadas se pueden moler hasta convertirlas en un polvo fino y utilizarlas como edulcorante natural.

No necesariamente. Muchos alimentos deshidratados se conservan simplemente eliminando la humedad, lo que evita el crecimiento microbiano. Sin embargo, algunos alimentos deshidratados comerciales pueden contener conservantes, como dióxido de azufre, para mantener el color y prolongar la vida útil.

La liofilización elimina la humedad mediante un proceso llamado sublimación, que conserva la textura y los nutrientes mejor que la deshidratación tradicional. Los alimentos deshidratados tienden a tener una textura más masticable, mientras que los alimentos liofilizados conservan una textura más ligera y crujiente.

Sí, los alimentos cocinados, como sopas, guisos e incluso carnes, se pueden deshidratar para almacenarlos a largo plazo. Esta es una práctica común para preparar comidas para mochileros o suministros de alimentos de emergencia.

La deshidratación reduce significativamente la capacidad de las bacterias y el moho para crecer al eliminar el agua, pero no necesariamente mata todas las bacterias. Por eso es fundamental comenzar con alimentos frescos y limpios y almacenarlos adecuadamente.