Los alimentos deshidratados son aquellos comestibles que en su estado natural poseen un alto porcentaje de agua, pero que, a través de métodos naturales o artificiales se les ha extraído en gran parte. De esta forma, se potencian algunas de sus cualidades nutritivas, además de prolongarse su vida útil.
Los alimentos deshidratados, en los últimos años, se han convertido en un favorito del público, pues se considera de fácil consumo y delicioso sabor. Al contrario de la creencia social de que los únicos alimentos con la capacidad de soportar este cambio físico tan extremo son las frutas, cada vez más chefs optan por implementar la técnica en verduras deshidratadas como la cebolla, en carnes, huevos, pescados y hasta leche.
A través de la historia la técnica de deshidratación ha acompañado a la humanidad como una alternativa de preservación de la comida en épocas de escasez, los vegetales, granos y frutas se secaban al sol para conservarse. En la actualidad, se logran identificar dos métodos que se utilizan, siendo muy específicos según las propiedades del alimento a someter:
- La deshidratación: Se trata del proceso de reducir el nivel de agua mediante el tratamiento del alimento por calor artificial, es decir: Aire previamente calentado, superficies calientes, etc.
- El disecado: La diferencia recae en la metodología natural que se emplea para lograr el secado de los productos, es decir, a través de: el sol, el viento y en general todo lo que conlleva el ecosistema.
Características de los alimentos deshidratados
Algunas características esenciales de estos alimentos deshidratados son:
- Al eliminar un alto porcentaje de agua, se reduce también la posibilidad de contaminar un alimento, es por ello que la conservación es la característica principal de la deshidratación, pues asegura que estos se consideren como perecederos y se alargue su vida útil.
- Se trata de alimentos muy fáciles de transportar, pues al no considerarse 100% perecederos, no es necesario invertir en un recipiente adecuado para resistir temperaturas y humedad como las latas.
- Son ideales como tentempiés o aperitivos untables, por ejemplo, albaricoques, uvas pasas, higos, plátanos y hasta arándanos, son acompañamientos ideales para tus preparaciones o como salsas para tus platos.
- Los sabores de los alimentos se intensifican.
- Nos permite conservar excedentes de alimentos que no nos da tiempo consumir frescos.
- Resulta ideal para conservar y aprovechar los alimentos propios de cada temporada. De esta forma podemos deshidratar tomate cuando es temporada de tomates y consumirlos sin problemas durante el resto del año.
Sabemos que se pueden presentar algunas dudas para incluir está técnica en la preparación de los alimentos como:
¿Si el alimento deshidratado pierde agua y propiedades pierde su valor nutricional?
Aunque exista una gran probabilidad de perder vitaminas como la A y la C, debido a que son termolábiles, es decir, sensibles a altas temperaturas, se puede evitar esta pérdida, utilizando máquinas deshidratadoras que no supere los 45ºC u optando por una alternativa natural como el secado por medio del sol.
¿El sabor del alimento deshidratado sufrirá un cambio enorme al ser sometido a esta técnica?
De hecho, se considera que esta técnica puede llegar a contener los nutrientes debido al encogimiento del producto y la concentración que está provoca en sus partículas. Por ello, en algunas dietas se aseguran de implementarla para poder disfrutar de los alimentos durante mucho más tiempo sin necesidad de conservantes.
¿Por qué deshidratar a menos de 45 grados centígrados?
Por que una deshidratación bien diseñada permite que solo el agua se libere del alimento. Sin embargo, una deshidratación más brusca, por ejemplo, a temperaturas más elevadas, puede causar fácilmente la pérdida de nutrientes esenciales de las frutas y verduras como son las vitaminas, fibras y minerales.
45 grados centígrados es la temperatura límite a la cual se considera que un alimento deshidratado sigue estando crudo, es decir que sigue conservando sus valores nutricionales.
¿Cuánto tiempo se conservan los alimentos deshidratados?
La deshidratación es un método que inicialmente se utilizó como un método muy eficaz de conservación de los alimentos. Hoy en día sigue siendo una excelente manera de conservar las frutas y verduras de temporada para más tarde. Esto se debe a que al quitarle la mayoría del agua al alimento, este ya no es un terreno propicio para el desarrollo de microorganismos.
Los alimentos deshidratados pueden consumirse pues mucho después de haberse producido, entre seis meses y un año. En algunos casos puede ser inclusive más que eso.
¿Cómo se conservan los alimentos deshidratados?
Envasadas en recipientes herméticos para que la humedad ambiental no las ablande y también, pueda dar lugar al desarrollo de microorganismos.
¿Qué ventajas tiene la deshidratación frente al desecado?
Aunque son términos que pueden emplearse como sinónimos, no son exactamente iguales. En la deshidratación el proceso es controlable, mientras que en el desecado dependemos de las circunstancias del clima. Aunque el desecado es más barato, los productos deshidratados son de mejor calidad.
¿Qué productos no pueden deshidratarse?
Los productos lácteos generalmente no son seguros para deshidratar debido a la alta posibilidad de intoxicación alimentaria. Existen algunas alternativas comerciales como la mantequilla en polvo, la leche en polvo, la crema agria en polvo y el queso.
¿Quieres estar al tanto de todos los productos deshidratados de Vegenat y sus aplicaciones para tus platos? Te animamos a seguir todas nuestras novedades en nuestro blog.