Para muchas de nuestras familias, la cocina representa más que un cuarto en la casa. Es el lugar donde aprendemos tradiciones culinarias, el espacio en el que la familia convive después del trabajo, el alma de la casa que transmite el calor del hogar.
Integrar este hábito en la familia aporta numerosos beneficios tales como:
1. Mejora los hábitos alimenticios
Preparar la comida en casa ayuda a crear mejores hábitos alimenticios. El introducir poco a poco la preparación de alimentos puede ayudar a que todos los miembros de la familia se organicen más y gestionen mejor su tiempo, en particular los pequeños de la casa.
2. Desarrolla habilidades autosuficientes
Cuando los hijos y las hijas se familiarizan desde temprana edad con la cocina, es más fácil que con el tiempo adquieran más habilidades para preparar alimentos. De esta manera aprenden a valerse por sí mismos y son más autosuficientes.
Además, ¡el cocinar en familia también fomenta la colaboración y el trabajo en equipo!
3. Crea tradiciones y costumbres familiares
Uno de los grandes beneficios de cocinar con sus hijos es la transmisión de tradiciones y costumbres.
4. Se descubren nuevos sabores
Al ir preparando una receta, se posibilita que los niños descubran nuevos sabores y combinaciones de alimentos. Cuando los niños aprenden a distinguir nuevos sabores e ingredientes se despierta su curiosidad por probar nuevos platos y pierden el miedo a comer alimentos que en otro momento rechazarían.
NATILLAS DE NARANJA Y CANELA
Ingredientes:
500ml Leche entera
150g Azúcar
15g Naranja en Polvo VEGENAT
8g Almidón de maíz
3 Huevos camperos
2 Ramas de canela
Preparación:
- En un cazo poner la leche, la naranja en polvo y la canela y llevar a fuego medio bajo 15 min hasta que infusione. Retirar y dejar templar.
- Separar las claras de las yemas y colocar estas últimas en un bol junto con el azúcar, removiendo con unas varillas hasta obtener una mezcla cremosa.
- Disolver el almidón de maíz en 2 cucharadas de leche (o agua), e incorporarlo a la mezcla anterior.
- Retirar la canela e ir agregando progresiva y lentamente la mezcla de yemas.
- Remover durante 10 15 min hasta obtener una crema suave de la densidad que deseemos.
- Colocar el preparado en recipientes individuales y dejar enfriar en el frigorífico un mínimo de 6 h antes de su consumo.